El Ministerio de Fomento ha puesto hoy en servicio el nuevo tramo de la Autovía A-23 a su paso por Sabiñánigo. Este nuevo trazado de 3 kilómetros de longitud reordenará los accesos sur y este a Sabiñánigo mejorando la seguridad vial del tramo en general y del acceso sur a la localidad.
Las obras se integran dentro de la planificación prevista por el Ministerio para la transformación del eje Mediterráneo - Cantábrico, a través de las autovías A-21, A-22 y A-23, de la que se beneficiarán tanto el tráfico de mercancías de largo recorrido como el generado por el turismo, fomentando la actividad económica en el Alto Aragón.
El presupuesto invertido en la obra asciende a 20,3 millones de euros, cantidad que sumada al coste de redacción del proyecto, al importe final estimado de las expropiaciones y la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra arroja una inversión total de 22,7 millones de euros.
El trazado se desarrolla íntegramente en el término municipal de Sabiñánigo, provincia de Huesca, y tiene una longitud de 3 km, siendo de nuevo trazado los primeros 2.100 m, mientras que en los últimos 900 m se ha realizado una duplicación de calzada aprovechando la carretera existente.
La sección tipo consta de dos calzadas disponiendo cada una de dos carriles de 3,50 m de anchura, arcenes interiores de 1,0 m, arcenes exteriores de 2,50 m y bermas exteriores de 1,0 m, quedando separadas ambas calzadas por una mediana variable de entre 2 y 8 m. Se han dispuesto bermas de visibilidad en 2 km en total entre los dos sentidos.
Tanto en el inicio como en el final del tramo ha sido necesario diseñar sendas conexiones provisionales con la actual carretera N-330. La conexión inicial se ha resuelto mediante la construcción de una glorieta de 40 m de radio que también da continuidad al acceso sur de Sabiñánigo y permite conectar caminos de servidumbre. La conexión final se realiza con la pérdida o ganancia del carril de autovía de manera directa, pasando de 2 a 1 o de 1 a 2 carriles dependiendo del sentido de circulación.
En el conjunto del trazado se ha construido 1 viaducto sobre el río Basa de 80 m de longitud, 3 pasos inferiores (1 marco de 11,0 x 6,0 m2 y 2 puentes de 12,5 m de luz), 1 losa sobre el canal de Sabiñánigo de 10,2 m de longitud y 5 muros (2 de hormigón armado, 2 de tierra armada y 1 muro verde).
El elemento singular del tramo es una estructura porticada de 242 m de longitud, a modo de túnel artificial, diseñada con el hastial izquierdo abierto para mejorar la ventilación e iluminación, sobre la que se ha dispuesto un relleno con bermas que han permitido la plantación de arbolado con el objetivo de minimizar lo máximo posible la cicatriz causada por el desmonte realizado en el Monte de San Pedro y mejorar con ello la integración paisajística de la obra.
Se ha dispuesto la señalización horizontal y vertical y los sistemas de contención necesarios para cumplir con los criterios de seguridad marcados por la normativa vigente.
En cuanto a la recuperación ambiental y la integración paisajística, además de lo anteriormente citado, se han realizado hidrosiembras y plantaciones en los taludes de desmonte y terraplén, así como en los rellenos y zonas más sensibles de la obra. También se ha colocado un cerramiento perimetral para impedir el acceso de animales a la calzada, con el doble objetivo de proteger a la fauna y mejorar la seguridad vial. Finalmente se han colocado pantallas acústicas para proteger las viviendas más cercanas a la nueva autovía de posibles molestias sonoras causadas por el tráfico.
El conjunto de actuaciones realizadas por condicionantes ambientales ha ascendido a la cantidad de 4,35 millones de euros, (2,7 millones de euros corresponden a la obra civil del túnel de San Pedro).