El Ministerio de Fomento arranca hoy con los trabajos de movimiento de tierras de las obras del tramo Siétamo-Huesca, de la autovía A-22. Progresivamente se irá cumplimentando el resto de actuaciones de acuerdo con el programa de trabajos.
La autovía A-22 está completamente en servicio desde Lleida hasta Huesca, salvo el tramo de 12,8 km de longitud entre Siétamo-Huesca, cuyas obras se inician mañana y que supondrá una vez ejecutado descargar el tráfico de la actual N-240 en las proximidades de la capital oscense.
De esta forma se completará la autovía A-22, lo cual supone un paso más en la construcción de un gran eje vertebrador entre Pamplona, Jaca, Huesca y Lleida que incluye las autovías A-21 y la A-23, reduciendo tiempos de recorrido y aumentando la seguridad y comodidad de los usuarios.
El trazado del tramo Siétamo-Huesca, atraviesa los términos municipales de Siétamo, Loporzano, Quicena y Huesca. En los primeros 8 km se construye una autovía de nuevo trazado, mientras que para el resto se llevará a cabo un desdoblamiento por el lado norte de la carretera N-240 a lo largo de la Ronda Norte de Huesca, hasta la conexión con la autovía A-23.
La autovía dispondrá de cuatro enlaces:
El proyecto incluye la ejecución de 2 viaductos, 7 pasos superiores y 7 pasos inferiores, entre los que destaca el nuevo viaducto sobre el río Flumen, con una longitud de 100 m.
Al discurrir la autovía en las cercanías de la ciudad de Huesca se afectan numerosos servicios, que se reponen: líneas telefónicas, tuberías de abastecimiento de agua, gasoductos, acequias y líneas eléctricas de alta tensión.
La carretera intercepta cinco vías pecuarias que se reponen en la longitud afectada: Cañada Real de Igriés, Vereda de Loporzano, Cordel del Saso, Vereda de Siétamo a Loporzano y Colada de la Costera