El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha visitado hoy, junto con el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas, las obras del Baluarte del Príncipe, correspondientes a las Fases D y F de las obras de restauración y rehabilitación del Paseo de Ronda en las murallas de Palma. En estas dos fases, financiadas íntegramente por Mitma y actualmente en ejecución, se invertirán cerca de 4,2 millones de euros.
Con ellas, la inversión del Ministerio en las obras de restauración y rehabilitación del Paseo de Ronda, a través del Programa del 1,5% Cultural y del de Rehabilitación Arquitectónica, habrá alcanzado casi 10 millones de euros.
Para acometer estas obras el Ayuntamiento de Palma, titular del inmueble, optó por dividir la actuación en seis fases, de las cuales se han realizado las fases A, B, C y E. En concreto, las tres primeras fases fueron financiadas a través del Programa de Conservación del Patrimonio Histórico-Artístico, Actuaciones del 1,5% Cultural, aportando el Ministerio de Fomento (actual Mitma) 2,9 millones de euros, del total de 3,9 millones de euros que supuso la inversión total.
Por su parte, la fase E, financiada íntegramente por el entonces Ministerio de Fomento, supuso una inversión de algo más de 1,5 millones de euros.
Los proyectos han sido redactados por el estudio de arquitectura José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres Tur, arquitectos galardonados con el Premio Nacional de Arquitectura 2016.
La vía de circunvalación que actualmente conforman las Avenidas y el Paseo Mallorca se asienta sobre el trazado del que fue el recinto fortificado de Palma, durante la Edad Moderna, indicando sus confines y figura.
A lo largo de cuatro siglos, desde el quinientos hasta el novecientos, la morfología de la ciudad es inseparable de su condición de plaza fuerte. La obra de las fortificaciones no se acabó hasta principios del ochocientos: en 1805 se cierra el frente marítimo, el último construido. Así culminaba una tarea empezada el último tercio del siglo XVI, cuando se construyó la parte occidental, con un desarrollo de curso irregular que se prolongó durante dos siglos.
En el plan adoptado, la estructura de la muralla se organizó a partir de un sistema de baluartes, de acuerdo con lo que se consideraba modernidad defensiva en aquel momento. Después de una serie de modificaciones introducidas en el trazado original, el recinto quedo definido por ocho puertas de acceso, diez baluartes dos revellines y un hornabeque, además de los correspondientes fosos, barbacanas y edificaciones complementarias, entre las que destacaban los cuarteles.
En el extremo este del frente de mar se encuentra el Baluarte del Príncipe, llamado así en memoria del de Asturias, después Felipe II, que inspeccionó la fortificación cuando ostentaba este título, por orden de su padre el Emperador Carlos V.
La propuesta rehabilitadora de la muralla de Palma parte de la voluntad de dotar de continuidad a la intervención en el tratamiento arquitectónico con el resto de los tramos del Paseo de Ronda ya ejecutados.
Se considera imprescindible mantener inalterada la composición volumétrica original del baluarte y se propone, del modo más respetuoso posible, un sistema de rampas y escaleras para garantizar la accesibilidad al Baluarte y al Foso.
Esta actuación, que demuestra el compromiso del Gobierno en la protección y salvaguarda del Patrimonio Cultural Español, se realiza en el marco del Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico, que consiste en la ejecución de obras relevantes de rehabilitación del patrimonio arquitectónico español y dotación de equipamientos públicos con los presupuestos del Ministerio. En estos casos, el Ministerio ejerce como órgano de contratación de las obras, estando prevista una inversión en el ejercicio 2021 de más de 23 millones de euros a este Programa.
Por otro lado, el Ministerio financia actuaciones de rehabilitación a través del Programa del 1,5% Cultural, que constituye uno de los instrumentos de la Administración General del Estado para responder al mandato constitucional por el que los Poderes Públicos deben garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran.
Tras el establecimiento del nuevo procedimiento de concurrencia competitiva, en el VII Acuerdo de Colaboración entre los antiguos Ministerios de Fomento y de Educación, Cultura y Deportes, son ya cuatro las convocatorias de ayudas publicadas.
La última de ellas, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 16 de enero de 2020, supondrá una aportación máxima por parte del Mitma de 61 millones de euros.