El cargadero de mineral de "El Alquife de Almería", conocido como el "Cable Inglés", fue construido entre 1902 y 1904 por la compañía The Alquife Mines, según el proyecto del ingeniero escocés John Ernest Harrison. Inaugurado por el rey Alfonso XIII, constituye un paradigma de la arquitectura industrial española del siglo XX en la categoría de inmueble-máquina y es un ejemplo de la actividad mineral de la provincia.
Durante 70 años, se empleó como muelle embarcadero y ahora, tras cuarenta años sin actividad, el Ministerio ha recuperado la infraestructura para su uso y disfrute por parte de la ciudadanía como paseo peatonal elevado y mirador hacia la bahía de la ciudad almeriense. En concreto, ha financiado con 2,2 millones de euros del Programa 2% Cultural las obras de rehabilitación de El Alquife de Almería, cuyas puertas se abrieron en marzo de 2023. La renovación fue inaugurada por la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.
Aunque en 1980 fue decretado el cese de las actividades del cargadero y se ordenó la demolición de los restos inservibles de las instalaciones, las actuaciones quedaron paralizadas a raíz de la resolución de 17 de diciembre de 1984 de la Consejería de Cultura por la que se incoaba el expediente de declaración de Monumento Histórico del muelle.
Y es que, por su tipología constructiva poco frecuente, es una obra civil singular de gran valor técnico e histórico que mereció ser declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de monumento, en julio de 1998.
Así, el conocido como Cable Inglés aportó una serie de innovaciones como testimonio de la tecnología aplicada de su tiempo: el sistema de cimentación nuevo, mediante pilotes de acero y hormigón de gran grosor; la insólita colocación del depósito de mineral en el propio edificio, que incrementó su escala, acentuando su presencia como arquitectura que construye la fachada marítima de la ciudad, y el carácter urbano de su ubicación, que lo convierte en un elemento fundamental en la trama de la ciudad.
Su extensa implantación alcanza desde la estación ferroviaria hasta la terminal de carga, conformado en diversos tramos y con distintas soluciones estructurales y materiales, lo que convierte este monumento histórico en un ejemplo singular en el panorama internacional.
El cargadero consta de dos partes diferenciadas:
La actuación de rehabilitación y conservación del Cable Inglés consiste principalmente en la restauración de la estructura metálica, el tratamiento y conservación de la fábrica de piedra existente y la puesta en valor del cargadero de mineral destinándola a paseo peatonal elevado.
Para esto último, se retiró todo el material auxiliar y de las barandillas, recomponiendo el conjunto del tablero, dotandolo de un pavimento de madera de iroko, barandillas de seguridad y protección y sistema de iluminación led. También se han mantenido los bienes muebles existentes, constituidos por los raíles de ferrocarril.
El paseo peatonal, que recorre la parte superior del Cable Inglés y discurre sobre la estructura del embarcadero, tiene una superficie total de 3.000 metros cuadrados.
Descripción de la imagen"Cable inglés lateral".
Fin de la descripción de la imagen.
Descripción de la imagen"Vista de frente - Cable inglés".
Fin de la descripción de la imagen.
Descripción de la imagen"Vista lateral derecho - Cable inglés".
Fin de la descripción de la imagen.
Descripción de la imagen"Vista lateral izquierdo - Cable inglés".
Fin de la descripción de la imagen.
Descripción de la imagen"Cargadero, antes de los trabajos de rehabilitación".
Fin de la descripción de la imagen.
Descripción de la imagen"Cargadero, antes de los trabajos de rehabilitación".
Fin de la descripción de la imagen.