La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha asistido hoy, junto a la presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha, Mª Dolores de Cospedal, al acto de puesta en servicio del tramo entre Torrijos y Toledo de la autovía A-40.
Esta obra puede dividirse en dos tramos, que tienen continuidad por el tronco de autovía:
Con la entrada en servicio de este tramo se cierran los 56 kilómetros de autovía A-40 entre Toledo y Maqueda, permitiendo disminuir el tiempo de recorrido en 10 minutos. De esta forma quedan unidas por autovía las dos principales poblaciones de la provincia de Toledo, su capital y Talavera de la Reina.
El presupuesto de la obra Torrijos – Toledo asciende a 61,86 millones de euros, cantidad que sumada al coste de redacción del proyecto, al importe estimado de las expropiaciones y al coste de la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra arroja una inversión total de 78,64 millones de euros.
Se trata de un tramo de autovía de 22 km que discurre por los términos municipales de Torrijos, Barcience, Bargas, Rielves y Toledo. La sección transversal consta de dos calzadas separadas por una mediana con ancho variable de 8 a 12 m, dotadas con 2 carriles de circulación de 3,5 m, arcenes exteriores de 2,5 m e interiores de 1 m. Con un radio mínimo de 900 m y una rampa máxima del 5,5 % permite velocidades de 120 km/h.
El trazado discurre de manera sensiblemente paralela a la antigua N-403, con la excepción de la circunvalación a la población de Rielves. La carretera N-403 queda convertida en vía de servicio, permitiendo de esta forma el acceso a las propiedades colindantes.
Existen cuatro enlaces:
Los 4 km finales de la TO-21, desde el enlace con la CM-42 hasta la actual circunvalación, serán cedidos al Ayuntamiento de Toledo al quedar incluidos en la trama urbana de la ciudad. Para ello ha sido necesario adaptar el proyecto a unas características más urbanas. Como consecuencia se han construido tres glorietas a nivel que permiten estas conexiones:
En cuanto a estructuras, se han construido 8 pasos inferiores y 5 pasos superiores, que entre otras funciones permiten dar permeabilidad territorial a la autovía. Además existen 8 viaductos, uno sobre el ferrocarril Madrid – Valencia de Alcántara, otros dos sobre el río Guadarrama y el resto sobre arroyos. Aproximadamente 60 obras de drenaje transversal dan continuidad a los pequeños cauces interceptados por la autovía.
Entre las medidas de prevención y corrección del impacto ambiental llevadas a cabo destacan:
La inversión en estas medidas de integración ambiental ha superado el millón y medio de euros.