Muchas gracias, señor Presidente. Señorías:
Comparezco ante esta Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Congreso para explicar las actuaciones llevadas a cabo desde el Departamento en relación con la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Lo hago, como ha dicho el presidente, a petición propia y también de los Grupos Parlamentarios Popular, Vox y Ciudadanos.
Me gustaría comenzar mi intervención dando todo el apoyo del Gobierno y del Departamento que dirijo en particular a quienes han perdido a sus seres queridos o se han podido ver afectados de cualquier forma por esta pandemia.
Asimismo, quiero manifestar, en este caso sumarme a las palabras del presidente, el agradecimiento a todos los trabajadores y trabajadoras, muchos de ellos empleados públicos, que están en primera línea, dando lo mejor de sí mismos, tanto para vencer al virus como para mantener la actividad de nuestra sociedad. Y quiero hacer una mención especial también a todos los trabajadores del sector transportes, que están permitiendo, con gran profesionalidad, mantener la actividad indispensable que necesita el país.
Antes de explicar cada una de las decisiones adoptadas en las diferentes áreas bajo mi responsabilidad, quisiera compartir con ustedes el ánimo que las ha inspirado.
Mejorar la lucha contra la pandemia tanto en lo que refiere a disminuir el riesgo de contagios, como en lo que atañe a preservar lo que podamos llamar como la actividad productiva, asegurar el abastecimiento de productos básicos a los ciudadanos, aliviar al conjunto de los ciudadanos, con especial atención a los más vulnerables, protegiendo rentas, buscando la liquidez de las empresas, y preparar el camino de una pronta y firme reconstrucción económica y social del país.
Esas son las coordenadas y también los objetivos.
De eso, y solo de eso, se trata desde que el 14 de marzo pasado se declaró el Estado de Alarma, con el apoyo de la gran mayoría de los grupos aquí representados.
Y esas, por tanto, deben ser también las coordenadas y los objetivos de todo debate y de toda comparecencia porque lo que está en juego es la batalla contra el virus, la salud de los españoles y el futuro económico y social de España.
No trato de entretenerlos con buenas palabras, pero creo que es muy importante que todos tengamos muy presente qué es lo que está en juego.
Aquí no se trata de intentar ganar un debate o de callar o sorprender al adversario político con argumentos inesperados, la esgrima verbal o la dialéctica de la rivalidad Gobierno-oposición.
Hay que superar, o al menos dejar en barbecho, la vieja “cultura de la confrontación”, al menos, mientras la victoria de nuestro país sobre la epidemia y sus estragos no quede asegurada.
Y asegurar y garantizar esa victoria no es sólo cosa de un Gobierno, es un desafío que nos interpela al conjunto de la sociedad en su conjunto y, muy particularmente, a la responsabilidad política, en tanto que son responsables de gestionar o fiscalizar la gestión en cada ámbito administrativo.
Esta pandemia, señorías, nos va a colocar a todos y cada uno en su sitio porque exige lo mejor de nosotros mismos. Ese será el prisma con el que nos mirarán las generaciones venideras y ese el baremo con el que nos juzgará la Historia. Así que todos, creo, debemos esforzarnos y elevar la mirada.
Y cuando digo esforzarnos y levantar la mirada, no hablo de algo lejano y abstracto.
Sólo tenemos que fijarnos en la mirada y el ejemplo de quienes están en primera línea; en su sacrificio; en su esfuerzo; en su cooperación… muchas veces en situaciones de dificultad y precariedad que hay que esforzarse por remediar día a día, sin olvidar tampoco que todos deberemos reflexionar sobre las causas últimas de esa dificultad y de esa precariedad para que nunca más vuelvan a producirse. Habrá tiempo sin duda para ello cuando hayamos vencido esta pandemia.
Centrándome en las actuaciones concretas realizadas desde el Departamento con motivo de la crisis sanitaria, ante la aparición de la evidencia de los primeros casos y para evitar en lo posible la llegada de contagiados, de acuerdo con las indicaciones del Ministerio de Sanidad, con anterioridad a la propia Declaración del Estado de Alarma, pusimos en marcha diversas medidas, entre las que puedo resaltar las siguientes:
El día 14 de marzo nos vimos obligados a recurrir a la declaración del Estado de Alarma para poder hacer frente a la dimensión de la crisis sanitaria.
Era necesario frenar la movilidad de viajeros, que es objetivo diametralmente opuesto al que siempre hemos fomentado desde el Departamento, había que cambiar totalmente la cultura y la misión del Departamento, garantizar el abastecimiento, dar cobertura social a los más perjudicados, posibilitar la liquidez de las empresas, flexibilizar los requisitos administrativos y salvaguardar el empleo siempre que se pudiera.
Querría resaltar el hecho de que la causa que ha motivado la Declaración del Estado de Alarma no tiene ningún referente cercano en la historia de nuestro país en casi 100 años, que fue cuando se produjo la gran epidemia de gripe “española”, conocida así aunque sea injustamente, y el país de entonces poco tiene que ver con el que ahora tenemos, pues la población era mucho menor y estaba más aislada, sin contar con las infraestructuras ni con unos medios de transportes tan avanzados como los que disponemos hoy en día.
Así, como ya he indicado antes, se aprobó el Real Decreto 463/2020 por el que se declara el Estado de Alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
La declaración afectó a todo el territorio nacional y la duración inicial fue de 15 días naturales, que han ido prorrogándose sucesivamente a solicitud del Gobierno con la aprobación de esta Cámara.
La autoridad competente designada fue el Gobierno y, para el ejercicio de las funciones del Real Decreto, bajo la dirección del Presidente del Gobierno, se establecieron como autoridades competentes delegadas, en sus respectivas áreas de responsabilidad los Ministros de Defensa, Interior, Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y Sanidad.
El artículo 7 del Real Decreto recogió la limitación de la circulación de personas por las vías de uso público, la circulación de vehículos particulares para la realización de dichas actividades o para el repostaje y la necesidad de que en cualquier desplazamiento se respeten las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias. Asimismo, facultaba al Ministerio del Interior a acordar el cierre a la circulación de carreteras o tramos de ellas por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico o la restricción en ellas del acceso de determinados vehículos por los mismos motivos.
Las materias específicas en materia de transportes se recogen en el artículo 14. En el punto primero se indica que, en relación con todos los medios de transporte, cualquiera que sea la Administración competente, el Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana queda habilitado para dictar los actos y disposiciones que, en la esfera específica de su actuación, sean necesarios para establecer condiciones a los servicios de movilidad, ordinarios o extraordinarios, en orden a la protección de personas, bienes y lugares.
Asimismo, en el punto segundo, se adoptaban las medidas aplicables al transporte interior: de reducción de los servicios en los distintos casos; el establecimiento de criterios específicos para el transporte entre la Península y los territorios no peninsulares, así como para el transporte entre islas; la obligación de realizar una limpieza diaria de los vehículos de transporte; la inclusión de mensajes en los sistemas de venta de billetes; y la necesidad de adoptar la máxima separación posible entre los pasajeros.
En el punto tercero se indicaba que los operadores de transporte llevarían a cabo, en un máximo de cinco días, los ajustes necesarios para cumplir con los porcentajes establecidos de la forma lo más homogéneamente posible entre los distintos servicios que prestan.
El punto cuarto estaba dedicado al transporte de mercancías, indicándose que se establecerán las condiciones necesarias para facilitar el transporte de mercancías en todo el territorio nacional, con objeto de garantizar el abastecimiento.
Y el punto quinto establecía que las autoridades competentes delegadas podrán adoptar todas aquellas medidas adicionales necesarias para limitar la circulación de medios de transporte colectivos que resulten necesarias y proporcionadas para preservar la salud pública.
Por último, el artículo 18 estaba dedicado a los operadores críticos de servicios esenciales. En el punto primero se indicaba que los operadores críticos de servicios esenciales adoptarían las medidas necesarias para asegurar la prestación de los servicios esenciales que les son propios.
Y en el punto segundo se explicita que dicha exigencia sería igualmente adoptada por aquellas empresas y proveedores que, no teniendo la consideración de críticos, fueran esenciales para asegurar el abastecimiento de la población y los propios servicios esenciales.
Ante esta realidad, progresivamente hemos ido poniendo en marcha un total de 116 medidas que afectan, directa o indirectamente, al sector del transporte.
Hemos llevado a cabo una producción normativa inédita en la Administración, dado que no teníamos antecedentes, con un esfuerzo que quiero reconocer y agradecer de todo el equipo del Ministerio y de las empresas del Grupo.
Tenemos que tener en cuenta que la normalidad en el trabajo de la Administración Pública es actuar con mucha previsión, procedimientos muy reglados y periodos amplios de consulta y verificación. En un Estado de Alarma, esa normalidad desaparece y requiere que la Administración entre en una nueva fase de respuesta normativa rápida a fenómenos inéditos e inesperados. Cada día asumimos nuevos retos y cada día debemos dar respuesta a ellos, con rigor, eficacia y la máxima claridad normativa posible.
Hemos ido dando cuenta de todas las medidas en las comparecencias diarias del Comité Técnico de Gestión de esta crisis, a través de la Secretaría General de Transportes y Movilidad, así como en las diferentes comparecencias de los responsables de los Departamentos Ministeriales que se han ido produciendo, superándose el centenar de comparecencias y casi el millar de preguntas respondidas.
El desglose de las 116 medidas adoptadas es el siguiente:
A estas medidas hay que añadir aquellas que afectan a cuestiones organizativas del Departamento y otras de índole social. Paso a continuación a resumir todas estas medidas.
En el caso del transporte de viajeros, entre las medidas adoptadas desde la Declaración del Estado de Alarma podemos resaltar, por orden de implantación, las siguientes:
Asimismo, de manera continuada, desde el Gobierno hemos estado facilitando en todo momento el retorno de residentes españoles a territorio español. Hasta el momento, han retornado más de 24.000 españoles.
En el caso del transporte de mercancías y los profesionales del sector, las principales medidas que hemos adoptado desde el Gobierno, ordenadas cronológicamente, han sido:
Todo esto ha supuesto una intensa labor logística, tanto para conseguir este material como para su distribución en las condiciones actuales.
Quiero aprovechar para recordar que, para agradecerles su dedicación y profesionalidad en estos difíciles momentos, el pasado día 14 de abril dirigí una carta abierta a todos los trabajadores del transporte y la logística, tanto de mercancías como de viajeros, en todos los ámbitos, aéreo, marítimo y terrestre, dado el esfuerzo y el gran trabajo que han venido haciendo.
Dentro del bloque de medidas relacionas con el efecto económico, podemos resaltar:
Entre dichas medidas, se incluía la regulación de los ERTEs, fundamental por ejemplo en el caso del sector aéreo, y que va a durar, las ayudas a los autónomos o el régimen específico de suspensión de contratos públicos.
La no exigencia de las rentas por el cobro del alquiler de los locales comerciales de las estaciones que gestiona Adif, que hayan tenido que cerrar como consecuencia de esta crisis provocada por el coronavirus.
Esta medida posteriormente se amplió a la suspensión del cobro del alquiler a todos los locales e inmuebles arrendados no situados en estaciones de viajeros, pero que forman parte del patrimonio de Adif, y también a los inmuebles y terrenos alquilados cuya actividad se ha visto reducida significativamente a consecuencia de la pandemia.
Y, dentro del Real Decreto-ley 15/2020, una serie de medidas excepcionales y transitorias en el ámbito portuario estatal con el objetivo de mitigar el impacto económico provocado por esta crisis.
Entre las medidas aprobadas se ha previsto que las Autoridades Portuarias puedan reducir los tráficos mínimos establecidos en los títulos concesionales para el año 2020.
Además, se han articulado, entre otras, medidas específicas respecto de la tasa de ocupación, la tasa de actividad y la tasa del buque, para mitigar la complicada situación de nuestras compañías navieras.
Y, en materia de vivienda, para hacer frente a las situaciones de vulnerabilidad de los ciudadanos, el Gobierno se ha puesto a trabajar desde el primer momento aprobando un paquete de medidas para brindar especial protección del derecho a la vivienda.
Hemos trabajado en esta línea, para minimizar el impacto de esta situación y proteger a los inquilinos que queden en vulnerabilidad, pero asimismo articular actuaciones necesarias para que los propietarios –en un 85% de ellos son familias, asalariados y pequeños ahorradores también con dificultades–, hemos procurado hacer una medida que puedan ayudar a unos y a otros, de tal modo que no haya pérdida de rentas.
Para concluir este repaso a las medidas puestas en marcha, entre otras iniciativas de índole social, me gustaría mencionar:
Señorías, este conjunto de medidas son las que nos han permitido rediseñar un sistema de transporte muy restringido y seguro.
Restringido, porque las cifras de movilidad son prácticamente testimoniales y nos permiten reafirmar que las medidas de confinamiento y la restricción de movilidad han procurado los datos sanitarios que observamos estos días.
Y seguro, porque el seguimiento continuo de los datos nos permite ajustar la oferta de servicios de forma tal que los niveles de ocupación permiten mantener las distancias de seguridad recomendadas.
En los siguientes gráficos, vemos como la reducción de la movilidad, en nuestro sistema de transporte ha ido evolucionando a lo largo de las semanas del Estado de Alarma, tomando como referencia las semanas equivalentes de 2019. Por lo que respecta a los porcentajes de reducción de la 5ª semana de Estado de Alarma:
En términos generales, y aunque en la primera semana fueron necesarios unos días de adaptación a la nueva situación, posteriormente hemos visto como la movilidad ha ido reduciéndose semanalmente, más aún durante la duración del permiso retribuido recuperable.
Adicionalmente a la monitorización continua que hacemos del sistema de transporte, estamos utilizando el estudio de movilidad con tecnología big data y geolocalización anónima de dispositivos móviles.
La movilidad en general, muy dispar, estos datos del Big Data, del 32% antes del estado de alarma, pasamos a una reducción del 61, ahora una reducción del 55. Se ha relajado la movilidad como consecuencia de la vuelta de algunas actividades. Hoy mismo vemos que hay un cierto repunte de movilidad respecto al viernes pasado, muy poco, pero se nota que ya hay alguna actividad y que tenemos que seguir con mucho cuidado porque la movilidad es fundamental para la vuelta a la actividad y hay que controlarla mucho porque la movilidad es el instrumento para la propagación del virus.
En el caso del transporte de mercancías, dado que dan servicios esenciales y garantizan el abastecimiento no se ha dado esta circunstancia, aunque evidentemente los valores son inferiores a los de una situación normal, esta reducción tan excepcional no se ha dado.
La reducción del tráfico de vehículos pesados se sitúa en torno al 30-35% con respecto a días laborables de 2019. Y, si bien el transporte de mercancías no alimentarias ha sufrido reducciones mucho más significativas, el transporte de productos básicos, como alimentación o higiene, se ha mantenido siempre por encima de los valores de un día equivalente del año pasado. Es decir, no solo no se ha reducido, sino que ha aumentado.
En el caso de los tráficos portuarios de mercancías, las reducciones no superan el entorno del 20%, es decir, no ha habido afectación importante a la actividad portuaria.
Por todo lo anterior podemos reafirmarnos en que, a pesar de las drásticas medidas encauzadas a contener la pandemia y reducir la movilidad, el tráfico de mercancías y el abastecimiento ha estado garantizado.
En lo que respecta a la coordinación de la gestión de la crisis del coronavirus con otras Administraciones, podemos decir que desde el Ministerio se ha merecido toda nuestra consideración, pues tenemos muy presente la dimensión territorial del Departamento y, en consecuencia, la necesidad de coordinación con las administraciones territoriales es muy importante.
En el ámbito general, el día 24 de marzo mantuvimos una reunión con todos los Consejeros autonómicos de Transporte.
También el día 26 de marzo celebramos una videoconferencia con las Delegaciones del Gobierno.
En el ámbito del transporte terrestre, la coordinación con las Comunidades Autónomas se realiza por un cauce habitual y metódico, que es la Comisión de Directores Generales de Transporte de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, creada en el seno de la Conferencia Sectorial de Transportes, y los grupos de trabajo asociados.
En este contexto hemos tratado las reducciones de los servicios de transporte público de modo coordinado; el reparto de las mascarillas de protección, que asumimos desde el Ministerio y hemos trasladado a los servicios de transportes también públicos de las CCAA y Ayuntamientos; el ofrecimiento de los datos del big data a las Comunidades Autónomas, para lo que precisamente hoy está prevista la celebración de una reunión virtual; o la interpretación de las diferentes instrucciones.
En el caso de Renfe, se ha mantenido contacto fluido con los gobiernos autonómicos para comunicar los distintos cambios de servicios, ofrecer aclaraciones sobre las medidas que se iban adoptando y facilitando datos para coordinar las actuaciones.
Además de ello, hemos sido sensibles a peticiones recibidas para adecuar los horarios o reforzar trenes para desplazamientos de sanitarios y también hemos atendido peticiones de servicio puntuales que nos han llegado.
Asimismo, en el caso de Adif se han mantenido algunos contactos concretos para conocer la evolución de ciertas infraestructuras y para el estudio de actuaciones relacionadas con el coronavirus.
En transporte aéreo y marítimo se ha coordinado con Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla sus respectivas órdenes, las órdenes que emitimos fueron claramente consensuadas y motivadas por las autoridades de las islas y estas ciudades.
También se han iniciado contactos a nivel técnico con la Junta de Andalucía y la de Extremadura respectivamente, para comenzar a estudiar el momento y la forma en que se reanudarán los servicios en las rutas aéreas sometidas a Obligaciones de Servicio Público de esas comunidades.
En el caso de Aena, también hubo una reunión del Director del Aeropuerto de Palma de Mallorca con el Director General de Transportes del Gobierno Balear, así como otras reuniones del ámbito de turismo tanto en Baleares como en Canarias.
En el caso de Puertos del Estado, se mantiene una comunicación continua con todas las Autoridades Portuarias.
En materia de vivienda, desde la Secretaría General de Agenda Urbana y Vivienda, a través de la Dirección General de Vivienda y Suelo, también nos hemos dirigido a cada uno de los Directores Generales autonómicos para explicar personalmente las medidas adoptadas, y adelantar el desarrollo de las mismas.
Asimismo, se han mantenido videoconferencias o conversaciones telefónicas. En fin, hemos mantenido la conversación y la relación, como no puede ser de otro modo.
Es importante señalar también que el Ministerio habilitó la posibilidad de que la concesión de las ayudas se realice mediante adjudicación directa, y sin ninguna gestión previa más allá que la mera convocatoria o apertura de plazo de solicitud por parte de las administraciones autonómicas. Y precisamente, esa adjudicación directa es la que permite que cada comunidad autónoma pueda, en función de sus recursos, y también de la realidad a la que se enfrenta, elaborar los procedimientos y el diseño que considere pertinente para priorizar las ayudas a las familias más vulnerables.
Finalmente, ya hemos ordenado adelantar, mediante una transferencia urgente, como les decía antes, 346 millones de euros correspondientes a la anualidad de 2020 del Plan Estatal de Vivienda a las Comunidades Autónomas. De esta manera las Comunidades Autónomas disponen ya de recursos para atender todas estas ayudas. A continuación, se transferirán otros 100 millones de euros con el mismo objeto, estoy intentando que esta misma semana lo puedan tener.
Respecto a las próximas medidas, donde sin duda también tendrán mucho que decir el resto de Administraciones, en el Ministerio estamos ya trabajando, modelizando y previendo escenarios futuros, tal y como anunció el Presidente del Gobierno el pasado sábado y que precisamente está previsto que mañana se estudie en el Consejo de Ministros.
Hay tres grandes bloques en los que avanzar:
Respecto al primer bloque, el retorno a la normalidad, el sector del transporte y la movilidad tiene y tendrá un papel clave en la lucha contra el COVID-19 y será sometido a un importante nivel de estrés durante este proceso de vuelta a la normalidad. La apertura progresiva de las distintas actividades se verá acompasada de un incremento de la movilidad, especialmente acusado en las grandes ciudades.
Por este motivo, es necesario diseñar con antelación un sistema seguro y coordinado con el resto de actores y también administraciones. Y en este sentido estamos trabajando a través de diferentes grupos de trabajo entre Ministerios, Comunidades Autónomas, Consorcios de Transporte y grupos a nivel europeo e internacional.
La correcta definición del retorno a la normalidad será muy importante en el caso del transporte metropolitano.
Nuestro objetivo es establecer un proceso gradual y seguro, y para ello, estamos planteando medidas en 3 ejes fundamentales:
El éxito no dependerá de una solución única, sino de la armonización de un conjunto de medidas encaminadas a encontrar el punto óptimo, en el que, en cada una de las progresivas fases, compaginemos la previsible demanda con la máxima oferta que podemos garantizar. Teniendo en cuenta todos los modos de transporte y la micromovilidad; independientemente de su ámbito competencial.
Respecto a la recuperación del sector del transporte, va a tener que afrontar una importante crisis en los próximos meses, que esperamos que dure lo menos posible, pero existe un consenso generalizado de que será uno de los sectores qué más tarde en salir del periodo de hibernación que se ha sometido al sector a un importante parón, especialmente el aéreo y el ferroviario, con una especial incidencia en el turismo. Por ello, es necesario seguir trabajando en un esquema de protección de rentas y de liquidez para el transporte.
Y esta crisis también está afectando a las empresas públicas del Ministerio, que ya están viendo cómo se reducen sus ingresos, como les he enseñado con la bajada de la movilidad sus ingresos han bajado muchísimo y, en consecuencia, deben acomodar sus servicios y su actividad inversora a la nueva situación. Por consiguiente, la financiación europea ha de ser muy importante para el sostenimiento de la inversión pública.
Volveré a hablar de este asunto un poco más adelante, cuando hable del contexto internacional.
La construcción en general y particularmente la relacionada con la vivienda, tanto en su vertiente de incremento de la oferta de viviendas social a precio asequible como en la vertiente de rehabilitación, deberán tener un efector tractor de la recuperación económica y del empleo.
El ministerio está trabajando con la iniciativa privada en planes para la reconstrucción.
Bien es cierto que el confinamiento ha conllevado una evidente tensión en las finanzas públicas, por el doble efecto de la activación de los estabilizadores automáticos y la financiación de una ambiciosa política de protección de rentas. Es por ello que la financiación de la política de inversión pública exigirá la aprobación de un generoso Plan de Reconstrucción europea.
En las diversas fases por las que hemos atravesado en esta pandemia, el objetivo ha sido siempre el mismo: no restringir más actividad que la realmente necesaria para contener eficazmente el avance del COVID-19, al mismo tiempo que se minimiza el impacto sobre el tejido empresarial y el empleo. Para ello hemos adoptado una batería de medidas de corte fiscal, laboral y financiero de ámbito general, y medidas específicas para los contratos del sector público que contemplan ayudas económicas para las empresas afectadas y flexibilidad por parte de la Administración para afrontar situaciones concretas.
En todo caso el Gobierno reitera que no restringirá la actividad económica que sea compatible con la lucha contra el COVID-19 en cada momento, máxime en este Departamento, desde donde gestionamos cerca del 80% de la inversión pública y que, en consecuencia, ha de ser una palanca importante en la reconstrucción.
Al hilo de lo anterior, me gustaría también hacer una reflexión sobre el contexto internacional. En esta pandemia, por mucho que se quiera hacer creer lo contrario, España no es un caso único, ni aislado. Los casos reconocidos en Europa superan los 1,3 millones. Y solo en los países miembros de la UE hablamos de más de 900.000 personas que han contraído el COVID-19.
Y, si las consecuencias en la salud pública son muy importantes, no lo son menos en las economías de todos los países, y son muy visibles, como hemos dicho, en el sector del transporte en todos y cada uno de los países de la Unión Europea.
Y, en esto me querría detener un momento. En el papel que la Unión Europea tiene que desarrollar en la salida de esta crisis y, en particular, en el sector del transporte.
Porque necesitamos la adopción urgente de medidas, desde España, conjuntamente con Francia, Alemania e Italia, estamos trabajando y el día 2 de abril solicitamos por carta a la Comisaria de Transporte de la Unión Europea acciones rápidas y coordinadas para afrontar la crisis en el sector del transporte a corto y medio plazo.
Este pasado viernes mantuvimos los 4 ministros, Francia, Alemania, Italia y España, una videoconferencia preparatoria de la videoconferencia de Ministros de Transportes de la Unión Europea que tendrá lugar este próximo miércoles 29 de abril. Y hemos acordado mantener una postura común frente a esta reunión.
Así, hemos acordado solicitar medidas para apoyar financieramente al sector del transporte, incluyendo iniciativas para movilizar inversiones. En concreto nos preocupa mucho el estado del sector de la aviación, duramente castigado en esta crisis. Todos los países europeos tienen este mismo grave problema en el sector aéreo.
Adicionalmente, hemos pedido a la Comisión y así trasladaremos en la videoconferencia de ministros, que desde la Unión Europea se adopten soluciones para garantizar la continuidad de los transportes de mercancías, una vez que se permita el transporte de pasajeros. Y en este sentido acogimos muy positivamente la iniciativa de corredores verdes para facilitar el tránsito de mercancías entre los Estados.
El establecimiento de corredores verdes ha permitido que los pasos fronterizos internos de la red transeuropea de transporte estuvieran abiertos para el transporte de mercancías, reduciendo al máximo el tiempo de espera en frontera y garantizando eficazmente su fluidez. Ahora tenemos que asegurarnos de que estos corredores siguen funcionando, una vez que se reactive el transporte internacional tanto de mercancías como de pasajeros por carretera.
También, en relación con el tránsito de mercancías, hemos visto la necesidad de facilitar el trabajo de los conductores. Como bien sabrán, desde el Ministerio ya hemos tomado medidas al respecto y solicitamos un esfuerzo de coordinación, para que un conductor, especialmente de España que tenemos una ubicación periférica, no se encuentre con más de 20 normas diferentes en su viaje para trasladar mercancías por Europa, hemos insistido en que tenemos que tratar de encontrar una normativa común para el conjunto de los países., desde los tiempos de conducción y descanso, hasta la validez de certificados caducados, como la ITV o el CAP.
Y buscaremos en esta reunión del miércoles tener una aproximación común a nivel europeo de las medidas que tomemos cada país en relación con la desescalada, por lo que pediremos a la Comisión la emisión de recomendaciones para todos los modos de transporte en las relaciones transfronterizas y en las relaciones aéreas en los países europeos, de tal modo que no tenga cada país unos requisitos para el transporte, por ejemplo, aéreo, que tengamos todos las mismas recomendaciones.
Con una visión más a medio plazo, somos conscientes de las dificultades que atravesarán nuestras empresas una vez que termine la emergencia sanitaria. Por ello, hemos puesto en conocimiento de la Comisión la necesidad de proteger los activos críticos del transporte, tanto infraestructuras como operadores, asegurando inversiones desde la Unión Europea.
Necesitamos que Europa sea una palanca de futuro, queremos y creemos que Europa es parte de la solución a esta crisis, también en el sector del transporte, y pedimos que se actúe ahora. No podemos dejar pasar este tren en el que tenemos que estar todos los países de la Unión Europea.
Voy concluyendo, pero me gustaría compartir con Sus Señorías una reflexión final.
Como decía al inicio de mi intervención, esta pandemia nos coloca a todos en nuestro sitio, hay que elevar la mirada, y todos tenemos un trabajo y una encomienda. En estos días hemos visto la importancia de contar con un estado del bienestar robusto, un sistema de transporte sólido y una política europea integradora.
La búsqueda de una vacuna y de tratamientos más eficaces corresponde a los investigadores y a los sanitarios. Su diligencia, su sacrificio y su entrega se han convertido en un elemento de cohesión social, que produce y motiva sentimientos de empatía, solidaridad y fortaleza frente a la adversidad.
Pues bien, así como la comunidad científica y médica recorren su camino con entrega absoluta, con confianza en sus propias posibilidades, y con la certidumbre de que su esfuerzo, más allá de producir efectos directos en la lucha contra la pandemia, rearma moralmente a los españoles, nosotros, los políticos y representantes públicos, debemos estar también a la altura del momento y tomar ejemplo de su esfuerzo, de su cooperación y de su trabajo como una sola persona.
Así como el personal sanitario ha redoblado su esfuerzo y su sacrificio pensando sólo en curar a los enfermos y vencer al virus, nosotros la representación política debemos redoblarlos también pensando sólo en dar confianza a los ciudadanos y superar la crisis.
A los sanitarios todos los españoles los aplauden, les aplaudimos, porque se lo merecen, todos los días a las ocho de la tarde. Los aplausos de las ocho de la tarde son un justo eco de su esfuerzo y de la solidaridad de los españoles.
Pues bien… No espero que los ciudadanos nos aplaudan, obviamente, como tampoco deseo que nos abucheen.
Lo que sí espero es que, entre todos, cada uno desde su responsabilidad, unos gobernando, los otros fiscalizando la acción del Gobierno y presentando cuantas propuestas alternativas que crean convenientes, seamos capaces al menos de demostrar a la nación que buscamos soluciones, que vamos a superar la pandemia, y que vamos a superar esta crisis, sí o sí, sin dejar a nadie atrás, a ningún español ni española atrás.
Esta pandemia que nos golpea, y que convulsiona el mundo, no puede tener como efectos secundarios la desconfianza permanente respecto de la eficacia de las decisiones adoptadas, un pesimismo general respecto del porvenir de la nación, ni la descohesión social como consecuencia de un agravamiento de las desigualdades.
Todos tenemos la obligación de rearmar la esperanza y de trasladar la confianza en que acertaremos, sí o sí acertaremos, porque cuando no seamos capaces de acertar, entre todos, corregiremos lo que sea necesario para acabar acertando.
Se necesita una receta aparentemente simple: constancia, perseverancia, cooperación y evitar la confrontación hasta que esto pase…
No pido acatamiento, ni sometimiento, ni silencio… Más bien al contrario, pido y espero que se nos exija, se nos pidan cuentas y se nos den propuestas desde el rigor y la responsabilidad que requiere este momento.
Muchas gracias por su paciencia. No son momentos fáciles, uno nunca sabe cómo ministro lo que te puede venir, uno no lo elige, se enfrenta y para eso estamos, y tiene que asumir la responsabilidad, no se puede eludir una responsabilidad sobre todo cuando ves que, no solo ya la situación, sino muchos de los sueños, los planes de la gente están en función también de lo que hagamos algunos. Y no dejamos de ser personas y tenemos, también, nuestras familias y nuestras situaciones. Así que también podemos entender a aquellos que están peor, cómo estarán.
Muchas gracias, quedo a la espera de sus intervenciones.